Wisny Dorse, afrohaitiano, fundador de la productora afroargentina: "Black Resistencia Films", actor y director de cine, que además fomenta la producción audiovisual, con actrices y actores afrodescendientes y sobretodo, afroargentinxs.
Yama Corin, fundadora de "Mundanas" y una de las compiladoras del libro "Nuestra revolución no defiende abusadores" (2019-Editorial Autores) que lleva hace 10 años, la lucha por un juicio justo, contra el abusador de su hija (el propio progenitor), además de ser una de las impulsoras de la lucha por la erradicación del Falso SAP (síndrome de alienación parental).
©️©️ Instagram Mundanas.-¿Cómo nace el proyecto?
Y.C: Mudanas surge en un ENM (Encuentro Nacional de Mujeres) al que viajamos con un grupo de amigas. Veníamos de militar en diferentes espacios, observando la necesidad de construir una grupalidad que habilitara la autonomía y el pensamiento propio, más allá de las militancias particulares. Yo soy arteterapeuta y mis compañeras eran también del arteterapia y la musicoterapia, por ello, el primer surgimiento trató de compartir un espacio de taller que usamos como medio de comunicación y de intercambio, con el objetivo de trabajar en la detección de situaciones de violencia de género y pensar en herramientas colectivas para acompañarnos y para apropiarnos lo más posible de nuestras vidas. La situación del abuso sexual que sufrió mi hija cuando tenía nueve años nos hizo adentrarnos en la problemática del abuso sexual en la infancia o ASI. Comenzamos a atravesar toda la violencia judicial, la ignorancia en las escuelas, la falta de herramientas, no conseguir abogade, no conseguir psicólogue, etc. Lo que nos atravesaba el cuerpo y la vida, y el camino concreto nos llevó a trabajar esta problemática de manera específica. Comenzamos a acompañar a otras mamás que estaban en esa misma situación y finalmente decidimos empezar a sistematizar ese acompañamiento al publicar el manual con indicadores para la detección y herramientas para una primera intervención (A.S.I. NO Manual para docentes).
En principio fue para docentes, después se utilizó en muchos otros espacios. Ese manual se convirtió en un taller en todo el país, nos encontramos con una demanda inmensa de parte escuelas, de parte de gestiones municipales, por parte de operadores judiciales, trabajadoras sociales, en las áreas de pediatría. Después de dar el taller aparecían las situaciones,el reconocimiento y entonces ya requirió de otros equipos profesionales para dar acompañamiento personal a los casos concretos. Esto fue una decisión política a partir de la absoluta ausencia del Estado. Primero constituimos un equipo de psicólogas, al tiempo un equipo de abogadas y así comenzamos a sistematizar el acompañamiento a las mamás protectoras y sus hijes.
W.D: Antes de estudiar cine (2012), estudié actuación durante un año con Lito Cruz. Esta experiencia, me motivó a ir más allá, lo cual me encontró ingresando al Sindicato de la Industria Cinematográfica Argentina (SICACFP) y luego en la Escuela Nacional de Experimentación y Realización Cinematográfica (ENERC). Hice unos cursos intensivos de cine en Georgia, Atlanta, Estados Unidos.
La idea de una productora afro, nace a partir de la falta de visibilidad de nuestra comunidad, la falta de oportunidades por ser negrx. Y, consciente de eso, entendí que era necesario e importante crear un proyecto que pudiera aportar en la lucha contra la exclusión social.
La belleza de la resiliencia
- ¿Qué parte de la resistencia toma forma de trascendencia hasta ser belleza?
Y.C: Siempre dijimos y hoy lo seguimos creyendo, de que la única forma de sobrevivir en esta temática es ponerle arte, ponerle belleza. Y eso es posible si ponemos la atención en la única parte bella de este proceso que es que estamos juntas y convencidas de que la reparación es posible. Esa es la belleza que ampara y sostiene todo lo demás. A mí no me gusta el sentido de víctima, sino que fuimos víctimas de una situación particular ejercida por un abusador. Nosotras no somos víctimas, somos sobrevivientes y eso significa que pudimos y podemos, ahí también la encuentro. Nuestra fuerza colectiva lo es.
W.D: El arte audiovisual, de por sí, nos plantea una dinámica que lleva al ejercicio de hallar belleza, de hallarla aún detrás del sentido obvio o de lo simbolizado como "outsider", como "feo", o como cualquier sentido que le demos a lo que observamos. La belleza nos trasciende todo el tiempo, a pesar del pensamiento y los prejuicios. Es un encuentro conjunto, más allá de una trascendencia, yo lo veo como parte de una contra-fuerza natural, que tarde o temprano, emerge.
-¿Cómo viven las zonas en donde hay que bancar las resistencias?
Y.C: Es desgastante muchas veces, porque pensá que el transformar a la justicia, desde adentro sin evadir lo que eso significa. Esa pelea, desde dentro de la justicia, es ahí donde nosotras nos deshacemos y al mismo tiempo nos vamos encontrando, y sobretodo nuestras hijas e hijos, van saliendo del silenciamiento. Es una búsqueda que tiene un carácter simbólico muy fuerte “me dañaron y estoy de pie buscando justicia”. Esa justicia no llega con la condena que un juez otorga -porque ese es el 1% de los casos- sino que la encontramos en el camino, peleando y sosteniendo entre nosotras. Hace falta denunciar a los abusadores para cortar la impunidad , con respeto a quien decide no hacerlo, porque está en su derecho, se denuncia cuando se puede y denunciar no puede ser una obligación. Porque esas son las zonas más duras del camino y comprendemos bien lo que significa.
W.D: Para mí, esto es una lucha. Y una lucha es una lucha. Hay que buscar todas las formas para ganar y este proyecto viene con la intención de exponer la política de exclusión de Argentina a los afrodescendientes. Tuvimos resistencias de muchos tipos, claro, pero en general hay apoyo . Aunque suene paradójico, también hubo resistencia de una parte de la comunidad afroargentina. Y eso es porque a todo lo extranjero, lo migrante, se lo mira como que debe pagar un derecho de piso. La resistencia es con los propios límites, y yo creo que es necesaria para reforzar esa lucha.
-¿Qué desean que cambie en los próximos años?
Y.C: La lucha nos encuentra peleando una reforma judicial feminista, con perspectiva, con un cambio estructural que, claramente, mueve intereses diversos. Además de pedir la exclusión del falso S.A.P, que demora los tiempos y pone el foco en el arquetipo de la madre que por "resentida", aleja a sus hijxs. Cuando lo que se denuncia es un abuso sexual en las infancias, la seriedad debería ser otra, que una frase al nivel de "la jabru está enojada". Hay un manoseo constante de las víctimas de estos hechos, hemos tenido suicidios de menores, bajo presiones continuas de cámaras Gesell eternas, donde se les repregunta y repregunta sobre detalles escabrosos que vivieron, o pasear de un recinto a otro, con tiempos ridículos , con burocracia administrativa, mientras los acusados no son ni peritados, a veces ni convocados y siguen libres. Algo que puede durar años. De hecho, del 100 % de denuncias, van presos el 1%.
Hay un desgaste burocrático con un objetivo claro y también una ausencia de representación, de recursos. No es verdad que lxs abogadxs son gratuitos, eso se logra con organización y con voluntades, pero los casos son tantos que no damos abasto. Sin una ley institucionalizada con perspectiva de género, es muy complicado. Pasa de ser un camino de reparación, con una carga que revictimiza sistemáticamente.
W.D: En lo personal, estoy avanzando en la preproducción del documental sobre la biografía de María Remedios del Valle, y de una serie de entrevistas a afrodescendientes académicxs que viven en Argentina. Y armando un nuevo guión, de una película que vamos a realizar en Argentina, donde la mayoría de los protagonistas son mujeres afrodescendientes. Que para mí, desde nuestra realidad en Argentina, siempre es mucho peor, a la falta de oportunidades laborales, educativas, con exclusión social, se le suman los acosos, la exotización , la trata con fines sexuales. Creo que es hora de poner el foco ahí, en las mujeres.
Y quisiera que la comunidad afrodescendiente, pudiera lograr con el tiempo unirse, organizarse, correr el ego, la indiferencia que tenemos todavía entre nosotrxs mismxs, para hacer frente a esta realidad a la que el sistema nos somete.